sábado, 28 de febrero de 2009

Esclava de las espinas de mi dueño

La muerte lenta me ha regalado otra rosa seca, con espinas de promesas de soportar esta vida; ahogando mis lamentos en gemidos de obediencia, escaldando mis suplicios en fulgor de humillación, flagelando mi tristeza en llagas de sumisión.

Y esta rosa seca con espinas q castigan enclavándose en mi piel, me susurra a lo lejos q esclava soy de sus palabras y sierva de sus anhelos. Que es dueño de mi vida, mi silencio y mis ensueños.

Y esta muerte lenta me regala a las espinas
de una rosa cruel y seca

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